martes, 21 de diciembre de 2004

Compras y regalos navideños

En estas fechas navideñas lo mejor es salir de compras. Bueno, si dispones de tiempo libre, porque si solamente tienes esos ratitos en que todos los demás mortales también hacen la compra, se convierte en un auténtico infierno. Y lo peor es aguantar al marido de mal humor que a regañadientes ha accedido a acompañarte a los grandes almacenes de turno. Por qué te empeñas en decir que te acompañe, si al final hubieras ido muuucho mejor sola y a tu bola?!
Eso en Inglaterra ya no es un problema, porque en Marks & Spencer han inventado una Guardería para Hombres, donde el marido aburrido puede entretenerse durante horas con todo tipo de artilugios modernos mientras su encantadora esposa se va de compras. ¡No está mal la idea, a ver cuando la ponen en práctica aquí!

Pero hay un regalito que no se puede comprar en ningún sitio tradicional de compras. En Alemania se ha puesto de moda pedir y regalar operaciones de cirugía plástica. Lo que me faltaba por oir! Todavía estoy consternada por el dichoso juguete de los tatuajes, y ahora resulta que lo que se lleva es que te regalen una operación para eliminar lo que no te gusta!! Pues nada, todas a pedir pechos de silicona, labios amorcillados estilo Esther Cañadas o el culo de Nicole Kidman. ¡Por pedir que no quede! Claro que si en vez de pedirlo tú, te lo regalan, es peor. ¡Te están llamando foca, vieja o culona en tu cara!
Prefiero los regalos tradicionales de toda la vida y que los traigan los Reyes Magos, no unos cirujanos plásticos.

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