Televisión de plasma versus Armario de plancha
Desde hace varios meses, mi marido está haciendo unos elaboradísimos estudios de mercado de televisiones de plasma. Se ha pateado Internet enterito para enterarse bien de la diferencia entre plasma y TFT, de cúantas pulgadas tiene que tener la tele si se ve a tal distancia, de las prestaciones de unos y otros, si tienen entrada de usb o no se qué, etc. etc. Ya más o menos tiene claro cuál es el cacharro que le gustaría tener, y me lleva como quien no quiere la cosa de vez en cuando de tienda en tienda de electrodomésticos con teles de plasma, explicándome con verdadero entusiasmo todas esas diferencias. Pero tiene una gran pega: su precio. Es caro.
Yo, que soy muy práctica y poco caprichosa, le sigo la corriente y hago como que me interesa, pero la verdad es que me da exáctamente igual qué tele tengo. Mientras sigue funcionando el que hay en el salón, ¿para qué quiero comprarme otra? Encima vale una pasta del que ahora mismo no disponemos, así que de momento estoy a salvo.
Yo, que soy muy práctica y poco caprichosa, le sigo la corriente y hago como que me interesa, pero la verdad es que me da exáctamente igual qué tele tengo. Mientras sigue funcionando el que hay en el salón, ¿para qué quiero comprarme otra? Encima vale una pasta del que ahora mismo no disponemos, así que de momento estoy a salvo.
Peeeeero.
El otro día vi una cosa en la tele. Una innovación. La salvación de la castigada ama de casa: Una máquina que plancha y seca la ropa solita!!! Lo quiero, lo quiero, lo quiero YA!! Odio planchar, me paso horas tontísimas planchando montañas de ropa, resintiéndome la espalda; ¡lo quiero ahora!
El cacharro en cuestión se parece a una nevera, pero dentro no hace frío sino un calorcito estupendo donde se cuelga la ropa con unas perchas especiales, se deja dos horitas (las que yo tardo en planchar la ropa de media semana de cinco personas) al vapor y al calor que hace ahí dentro, y voilá: ¡ropa lista para guardarla en el armario! Este pedazo de invento se llama Driron, y es de Fagor. Tiene una gran pega: su precio. Es caro.
Ahora la "discusión" en casa es esta: ¿Televisión de plasma o Máquina de planchar? Churri vs. Churri; plasma vs. Driron. Las dos cosas tienen un precio similar. Menos mal que no tenemos dinero, jaja! Está claro que el que ganará será la tele. ¡Fijo!
¿Por cuál de las dos opciones te inclinarías, y cuál ganaría en tu casa?
