La Casa de las caras

Seguramente todos recordamos el fenómeno de las famosas caras de Bélmez.

El 23 de agosto de 1971 María Gómez Cámara vió que en el suelo de la cocina de su casa, situada en Bélmez de la Moraleda, había una cara extraña. Según contaron después, la cara (y las que le siguieron), no apareció de pronto: en el piso de cemento se formó una mancha que fue evolucionando durante unos días hasta llegar a reproducir con fidelidad la apariencia de un rostro humano.
Todos los esfuerzos del marido de María y de su hijo se centraron en eliminar las manchas de rostros humanos en el suelo de la cocina picando el cemento, pero las manchas volvían a salir. Llegaron a cavar un agujero de casi tres metros de profundidad en la cocina para ver que era lo que estaba pasando, encontrando huesos humanos pertenecientes a un cementerio del siglo XIII sobre el cual estaba construida la casa. Sin embargo, no se encontró nada que explicara las manchas.
La casa de María se convirtió en un lugar al que acudían personas de todos los sitios para ver de cerca el fenómeno, incluso investigadores prestigiosos de todo el mundo que lo definieron como de los más importantes en el mundo de la parapsicología.

Caras que se aparecían como por arte de magia, que desaparecían al cabo de pocos días o se modificaban. Y pese a las múltilples acusaciones de fraude vertidas, jamás se pudo demostrar que tras este asunto hubiese un ánimo de faltar a la verdad. Milagro, afirmaban unos. Fraude publicitario, sostenían otros.

María murió el pasado 3 de febrero de 2004 a la edad de 83 años y, con ella, muchos pensaron que el fenómeno se extinguiría. En abril, La parapsicóloga Josefina Vázquez realizó una visita a la "Casa de las caras" y descubrió que muchas de las numerosas teleplastias aparecidas en el suelo y las paredes del inmueble durante la vida de la propietaria de la vivienda, habían desaparecido, reforzando así la tesis de que María Gómez jugaba un "papel esencial" en las caras.

Sin embargo hoy ha surgido la noticia de que las famosas caras están de mudanza. Los nuevos rostros parecen vincularse con los primeros en cierta medida, pues en la casa donde han aparecido nació María Gómez y habitó en ella hasta que cumplió los 22 años. De momento, la casa permanecerá cerrada mientras se realizan los últimos exámenes y experimentos, pudiendo visitarse sólo con permiso del Ayuntamiento, con el fin de evitar la alteración del fenómeno, aún en sus primeras fases de formación. El suelo de la vivienda, actualmente deshabitada, recoge hasta 21 teleplastias que ya han sido estudiadas por investigadores del SEIP, que lleva realizando un seguimiento continuo del fenómeno prácticamente desde sus orígenes, y que han demostrado que dicho fenómeno no sólo perdura, sino que se ha vuelto a manifestar en otra casa de la población y está cobrando nueva fuerza.