lunes, 14 de febrero de 2005

Trámites interminables

Vamos a imaginar lo siguiente: Vives en una casa baja que está al borde de una carretera. Un buen día, mientras estás plácidamente dormido, un estruendo te despierta, y te das cuenta de que ahora el comedor ya no solo contiene su habitual mesa y sillas, sino también un coche!

Eso es exáctamente lo que les pasó hace ya una semana a una familia de Pedreguer, Alicante. En todo este tiempo nadie les ha retirado el coche empotrado de su salón. Las cosas de palacio van despacio, y una vez más la burocracia se está tomando su tiempo.

Un perito de la empresa aseguradora del vehículo visitó los daños causados en la casa y aseguró que debía contar con un permiso de obras municipal para poder quitar el coche. Así, la aseguradora acudió al Ayuntamiento de Pedreguer para obtener dicho permiso y allí se enteró de que «primero necesita una autorización del Ministerio de Fomento porque la casa está en plena Nacional 332». Y, además, y como cuenta la dueña de una de las viviendas afectadas, Mariluz Martínez, «no sabemos cuando va a llegar esa autorización». A los afectados los trámites les parecen «interminables» y aseguran «estar cansados». «Se nos está haciendo eterno. No sabemos ya cuando va a acabar todo esto».

Después de recibir el permiso del ministerio, la empresa aseguradora tendrá que pedir una licencia de obra en el ayuntamiento para apuntalar bien las paredes y sacar los coches. Antes tendrán que cortar una viga con el peligro latente de que la casa se venga abajo. La viga, rota y situada encima de los coches desde la noche del accidente, «es inservible y hay que quitarla», advirtió el perito de la aseguradora.

Los trámites burocráticos están acabando con la paciencia de los afectados. Yo no sé qué haría, probablemente quejarme muchísimo, como estarán haciendo estos pobres señores.

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