miércoles, 12 de enero de 2005

Crónica de unas Rebajas

Viernes 7-1-2005, 10:10, Centro Comercial situado en las afueras de la ciudad.
La valiente Binche y sus 3 churritos entran en una tienda perteneciente a una cadena muy conocida de ropa para equipar a los niños. Hay que ser muy rápidos, que todavía es prontito y aún hay género suficiente! Venga niños, elegid camisetas, camisas, tomad estos pantalones, una sudadera, etc. e id corriendo al probador para ver si os viene todo bien. A ver, otra talla para el pantalón, las camisetas y polos os van bien, no? Pues Churrito Mayor, vete a por un pantalón igualito que este pero en color beige. El Mayor tiene ya cara de ajo aburrido, no puede más de probarse cosas y encima no quedaba su talla de una camiseta megahipermolona que sí se ha llevado su hermano Mediano.

10:40
Una cola considerable se ha formado ya delante de la caja. Al Peque no le hemos cogido nada, anda, Churrito Mediano, ponte en la cola y sujétame esta montaña de ropa mientras le busco cosas a tu hermano. El Mayor y el Peque me piden permiso para salir de la tienda y corretear un poco por los pasillos del Centro Comercial. Vaaale, ¡pero cuida del Enano y cada 5 minutos entrais para que os vea! Mientras el Mediano va sucumbiendo debajo de esa montaña de ropa que pesa lo suyo en la cola, yo le busco unos trapillos al Peque. Vuelvo a la cola y relevo al mediano del peso de la responsabilidad (de que no se le cuele nadie) y la ropa.

11:00
¡¡Por fin nos toca pagar!! Parece que nos ha tocado un premio, porque miro para atrás y la cola es más del doble que cuando nos metimos. Paga el Sr. Visa y nos vamos de la tienda. En el departamento de Mujer las 3 colas son mucho más largas que en el departamento de niños. Yo ya miraré para mi cuando haya pasado por lo menos una semana.
Seguimos mirando (al Mayor aún le faltan cosas, el condenado crece tanto que apenas tiene ropa) en 3 tiendas de niños más. En la última encontramos cosas chulas (es que con casi 12 años ya sabe lo que quiere y sobre todo lo que NO quiere), aguantamos una colita de ná y terminamos!

11:45
Como premio por haberse portado como campeones haciendo algo que detestan profundamente casi todos los hombres, o sea, ir de compras, les invito a un Colacao en un barecillo. Y una mierda para nosotros, está tan atestado de gente que después de 15 minutos de espera y una pasividad total del camarero que está estresado perdido, nos levantamos y volvemos a casa.

12:00
Vuelta a casa. Sacamos todas las prendas compradas y se lo prueban tranquilamente todo. Entre la ropa del Mayor hay dos pantalones igualitos de la misma talla y mismo color. Extrañada le pregunto cómo es eso. Me responde que le dije que cogiera uno igual, claro que no debió oir que lo cogiera en otro color. Hay que cambiarlo y devolver una camiseta del Peque, que no le gusta. ¡Ya lo haré tranquilamente la semana siguiente!

Odio ir el primer día de las Rebajas, jamás lo hago, pero cuando es para los niños, como no te des prisa vuela todo, y los pobres necesitaban cosas. De hecho esta semana ya no quedaba nada de lo que les gustaba, y los zapatos que buscábamos ya no los hay por ningún lado.

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