jueves, 7 de octubre de 2004

¡¡Que se pudra!!

Todavía estoy consternada por el horrible asesinato de las 2 policías en Hospitalet. Dos chicas jóvenes, torturadas, vejadas y brutalmente asesinadas por un energúmeno que posteriormente incendió el piso para no dejar huellas.

Mi gran cabreo viene cuando hoy me despierto con la noticia de que el agresor en cuestión es reincidente, y que está siendo buscado por la Policía después de que ayer no se presentara en prisión tras un permiso de tres días.
El angelito, entró en prisión por primera vez a los 16 años. A sus condenas por robo, abusos deshonestos y violación sumó otras hasta acumular 30 años de prisión, el máximo del antiguo Código Penal. Ha pasado 19 años en prisión y en 2005 hubiera obtenido la libertad definitiva tras cumplir los 20 años impuestos tras la refundición de delitos y reducciones de condena.
Su última salida fue el pasado domingo, después de que solicitara un permiso que fue autorizado por el juez de vigilancia penitenciaria.


Pero vamos a ver: si esta joya estaba a buen recaudo, ¿por qué alguien le da permiso para salir a la calle, aunque solo sea para ir a comprar pipas a la esquina? ¡Los asesinos y violadores, cuanto más lejos, mejor! Lo siento, pero no creo en la reinserción de presos con delitos de sangre y más si son de esta calaña, y tristes noticias como esta me dan toda la razón. Que se pudra en la cárcel, que no le dejen salir bajo ningún concepto hasta que haya cumplido la condena íntegra, y nada de reducciones por buen comportamiento.

He dicho.

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