Contribución a la paz mundial

En este país, el 22 de diciembre es sinónimo al día de la Lotería de Navidad, el Gordo, para los amigos. Ese día los que jugamos nos levantamos con la ilusión de que nos puede tocar, como a todos esos que salen haciendo el canelo en la tele celebrándolo en la Administración de Lotería que repartió la suerte, brindando con champán y respondiendo a esa clásica pregunta de los reporteros apostados ahí “¿y qué va a hacer con el dinero?” eso tan tópico como “tapar los agujeros que tengo”, aunque eso en los tiempos que corren la respuesta correcta debería ser “tapar los cráteres que tengo”, que para algo estamos con el agua hasta el cuello de los préstamos que tenemos.

En mi familia además, se celebra el aniversario de boda de mis suegros y el cumpleaños de uno de mis sobrinos (ya expliqué una vez que casi todos los nietos de mis suegros han ido pisando fechas importantes del resto de la familia, como cumpleaños, santos o aniversarios).

Este año, toda la humanidad del planeta va a poder hacer algo en común ese día y contribuir con ello a una buena causa, como es la paz mundial. El clásico “haz el amor y no la guerra” será llevado hasta su expresión más literal, y se nos convoca a un audible orgasmo mundial.

Los veteranos activistas Donna Sheehan and Paul Reffell defienden la "paz a través del sexo" y convocan a un audible orgasmo mundial. "La idea es que los participantes concentren su pensamiento en la paz, durante y después del orgasmo. Eso podría cambiar "el campo energético de la Tierra" y "reducir los peligrosos niveles actuales de agresión y violencia", indicaron los organizadores en un comunicado divulgado en el sitio web del proyecto http://www.globalorgasm.org./

Bueno, siempre se ha dicho que si eres desafortunado en el juego, lo que te queda es la salud y el amor, ¿no? ¡Pues a poner en práctica el amor el día 22, que es por una buena causa!