¿Quién no tiene una historia curiosa relacionada con el inodoro? De pequeños nos metían el miedo en el cuerpo de que por ahí subían bichos venenosos que te podían picar en tus partes nobles sin tener tu la más mínima sospecha de que estaban al acecho por debajo de ti. Y por favor, que nadie se olvide de la famosa y temida "Mano Negra", esa que tooodo el mundo decía que había visto un primo de una amiga que era vecina de alguien que tenía un tío y tal y tal.
¿Y quién no se ha caído de pequeño por ese agujero tan enorme que tienen las tablas? A mis tres chicos los he tenido que rescatar alguna vez al oir el grito angustioso de la víctima en cuestión mezclado con el chapoteo de un culito tocando ese agüilla tan poco fiable del water, y con las piernas y brazos
agitándose locos por escapar para no ser engullidos por ese gran monstruo que les parecería el wc.
De momento nadie que yo conozca se ha quedado encajado en la tabla del water, afortunadamente. Imaginaos la vergüenza de tener que dar la voz de alarma para que te rescaten es esa postura tan íntima, tan personal y rodeado de un olor poco agradable.
Señores, DOS AÑOS!!!!!!!!!!!!!!!!!!! ¿Pero cómo es posible?
El novio llamó a la oficina del alguacil, el pasado febrero, para informar de que a su novia (la cual no ha sido identificada, evidentemente) le pasaba algo raro.
Al llegar al domicilio, la Policía encontró a la mujer sentada en el inodoro, con los músculos atrofiados de no moverse y pegada a la taza, y calculó que llevaba allí sentada unos dos años.
El alguacil llamó a los servicios de urgencia, los cuales tuvieron que arrancar el asiento de la taza con una palanca, y el asiento se fue con ella al hospital donde se lo quitaron.
El novio, que en estos dos años la llevaba comida y agua, aseguró que ella pasó allí todo ese tiempo porque quería, "Ante la seriedad de la situación, llamamos a la ambulancia de todos modos, pero ella no se quería marchar", agregó el alguacil.
La Policía local estudia ahora la posibilidad de presentar cargos contra el novio por maltrato a un adulto y está también a la espera de que un estudio psiquiátrico aclare la situación mental de la mujer y el nivel de dependencia hacia su pareja.
¡Hay gente pa tó!